Al menos cinco civiles murieron, entre ellos, un niño, y decenas resultaron heridos a raíz de los ataques aéreos lanzados en la zona cercana a la oficina presidencial en Saná, el lunes 7 de mayo. La noche anterior, varias explosiones sacudieron Jwar Al Ordi, otra región de Saná con alta densidad de población, cerca del casco histórico de la ciudad. Según los residentes, los bienes y la infraestructura civil habrían sufrido graves daños.
"El sonido fue espantoso. Nunca antes había oído algo así. Tenía tanto miedo que no supe cómo tranquilizar a mi esposa, que es diabética, y a mis hijos, que estaban aterrados", expresó Abu Mohamed, padre de cinco hijos y residente de Jwar Al Ordi.
"Es doloroso ver cómo los civiles de Yemen terminan pagando el precio más alto de este conflicto sin fin", señaló Robert Mardini, director regional para Oriente Próximo y Oriente Medio del CICR, quien actualmente se encuentra en Yemen.
"El CICR continuará instando a todas las partes en el conflicto a que respeten las normas de la guerra y a que tomen todas las precauciones necesarias para preservar y proteger a la población civil", añadió.
Poco después de las explosiones del lunes, el CICR respondió rápidamente a la afluencia de heridos en los centros de salud de Saná, para lo cual envió a los hospitales de Al Jumhuri y de Al Thawra dos conjuntos de artículos para tratar heridas de guerra, suficientes para atender a cien pacientes con lesiones graves.
"Hoy, 8 de mayo, es el Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Por ironías del destino, en 2018 nos toca conmemorar este día en Yemen, en una época en que las normas que rigen la conducción de las hostilidades no figuran en la lista de prioridades de las partes beligerantes", afirmó Mardini.
Para más información:
Mirella HODEIB, CICR, Saná, +967 73 607 1967
Adnan HIZAM, CICR, Saná, +967 73 372 1659
Iolanda JAQUEMET, CICR, Ginebra, +41 79 447 3726