Para las vîctimas de trata de personas en Yemen
En lo que va del año, más de 60.000 personas han intentado el peligroso viaje desde el Cuerno de África, cruzando el mar con destino a Yemen, a menudo guiados por el deseo de llegar a los Estados del Golfo. Los motiva la pobreza y parten con la convicción de que los esperan buenas oportunidades de trabajo, pero muchos terminan en campamentos donde son retenidos, víctimas del tráfico ilícito de migrantes.
Todos los días, mueren migrantes en este viaje. Otros son arrestados y algunos, desesperados, se dan por vencidos y acuden a este centro de retención para migrantes ilegales. Desean que los envíen de regreso a su país. Sin embargo, el sistema que les permitiría regresar al hogar a menudo es lento y carece de los fondos adecuados y, así, estos migrantes se encuentran en una situación sin salida.
Bashir Salissou, oriundo de Nigeria, no tiene pasaporte. Ya lleva un año y tres meses en el centro, en espera de su deportación. Salissou explica cómo lo arrestaron y trajeron aquí. Está exhausto y se esfuerza por explicar su situación en inglés:
“Mi esposa me llama llorando. Tengo cinco hijos pequeños y no tenemos dinero para pagar la escuela ni para comprar alimentos. No tenemos nada. El gobierno yemení me dice que si no tengo ni dinero ni pasaporte, no pueden enviarme de regreso a Nigeria”.
No se sabe bien cómo llegó Salissou a Yemen, pero muchas personas aquí, en el centro, tratan de olvidar los horrores que sufrieron a manos de los traficantes de migrantes. Alexander Grif, colaborador del CICR, explica:
“La mayoría de los migrantes que llegan aquí están desnutridos, deshidratados y en estado de conmoción. Llevan meses viajando. Yemen es, por lo general un país de tránsito para ellos, pero a menudo quedan atrapados aquí, en manos de traficantes de migrantes o arrestados. Afrontan peligros como la privación de libertad, la extorsión y el maltrato, antes de ser transferidos al centro, donde otra vez se ven sometidos a condiciones inhumanas. Además, están obligados a permanecer aquí durante meses, porque el sistema de deportación, que debería permitirles regresar, a menudo no funciona correctamente”.
Las condiciones en este lugar son extremadamente difíciles. El centro ya funciona al doble de su capacidad. En algunas ocasiones, supera su capacidad en tres o cuatro veces, llegando a alojar hasta 900 personas. Un migrante etíope se queja ante el señor Grif: “Cuando nos lavamos las manos o usamos los sanitarios, el agua llega hasta aquí, cubre el piso y moja nuestros colchones. Cuando llueve, también entra agua”.
Luego de meses de viaje, su situación era tan difícil, que durante dos meses durmió fuera del centro de retención para migrantes ilegales, con el anhelo de ser deportado y regresar a su hogar: “Sí, quiero volver a Etiopía. Hace tres días que estoy aquí y desde entonces no hemos tenido agua potable. Éste es el lugar donde dormimos, nos aseamos y pasamos todo nuestro tiempo. Cuando llueve, llueve aquí adentro también. Cuando está ventoso, adentro también hay viento”.
Los nuevos migrantes se alojan en el subsuelo. El señor Grif explica: “Ésta es la habitación para los recién llegados. Aquí permanecen de dos semanas a un mes antes de que los autoricen a socializar con las otras personas, ya que la mayoría desea huir. Por ello, se los mantiene en esta habitación antes de autorizarlos a salir o transferirlos a otra habitación”.
El gobierno yemenita declara que no dispone de recursos para hacerse cargo de las decenas de miles de migrantes que llegan a Yemen cada año y que ya ha gastado todo el presupuesto asignado para 2013 y 2014. “Los pasajes de avión cuestan caro, al igual que los alimentos, el agua, el alojamiento y las mantas”, explica el coronel Abdallah Ali Mohsen Al Razama. “Necesitamos más espacio, así como vehículos para transportar a las personas, pero no tenemos los recursos necesarios. Se trata de una situación humanitaria. Quisiéramos poder hacer más, pues deseamos ayudar a los migrantes y, al mismo tiempo, servir a nuestro país”.
En lo que va del año, el CICR y la Media Luna Roja de Yemen asistieron a más de 2.000 migrantes, mediante distribuciones periódicas de alimentos y artículos de higiene, para procurar que el trato que reciben y sus condiciones de detención se atengan a las normas humanitarias reconocidas internacionalmente.
“El CICR trabaja en el centro de retención para migrantes desde hace más de 6 años, prestando asistencia a las personas necesitadas”, explica Alexander Grif. “Si bien no se trata de nuestra función habitual, en vista de la grave situación humanitaria y de los sufrimientos que se observan en el lugar, sentimos que era nuestro deber intentar mejorar la situación. Sin embargo, como puede verse, todavía queda mucho por hacer para ayudar a estas personas”.
La migración en Yemen
- Según el ACNUR, Yemen recibe más de 80.000 migrantes por año. Durante los últimos 5 años, llegaron 420.000 migrantes.
- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que más de 25.000 etíopes se encuentran en campamentos de tráfico ilícito de personas en Yemen.
- El 98 % de los migrantes detenidos en el centro de retención para migrantes ilegales de Saná son etíopes.
- Cada año, 25.000 migrantes regresan voluntariamente a su país de origen desde Yemen.
El CICR en el centro de migración y gestión de pasaportes en Saná, Yemen
- En 2013, el CICR mejoró la infraestructura de abastecimiento de agua del Centro y construyó un nuevo espacio para lavandería.
- En 2013, el CICR completó la construcción de un patio de juegos para niños en el centro.
- En 2014, el CICR reorientará sus prioridades en el centro de retención para migrantes ilegales hacia la protección de los migrantes.
- En el centro de retención para migrantes ilegales, el CICR trabaja en cooperación con la OIM y con Médicos Sin Fronteras (MSF). El médico de la OIM atiende entre 40 y 60 pacientes por día, y da prioridad a los casos de diarrea causados por las malas condiciones de higiene. El psicólogo de MSF atiende de 4 a 5 pacientes por día, ya que los migrantes a menudo sufren trastornos del sueño ocasionados por pesadillas sobre las torturas sufridas a manos de los traficantes ilícitos.
Información adicional sobre el CICR en Yemen
Como parte de sus actividades en 2012, el CICR:
- distribuyó alimentos a más de 317.000 personas, proveyó artículos domésticos a 278.000 personas y apoyó iniciativas de generación de ingresos que beneficiaron a 900 familias retornadas;
- aseguró el acceso al agua potable para cerca de 400.000 personas y suministró agua mediante camiones cisterna a más de 30.000 personas;
- apoyó cuatro centros ortopédicos, que dieron atención a más de 37.000 personas con discapacidades e impartió formación a 49 técnicos en ortopedia y fisioterapeutas;
- efectuó reparaciones y tareas de renovación en establecimientos de salud, suministró medicamentos e insumos médicos y desplegó un equipo de cirugía en el terreno, que impartió formación al personal y practicó 70 operaciones;
- visitó a cerca de 5.400 detenidos y ayudó a los detenidos en Guantánamo y en Afganistán a mantenerse en contacto con sus familiares.
Lista de tomas
Lugar: Centro de Migración y gestión de pasaportes, Saná, Yemen
Duración: 9’ 10”
Formato: Mov HD
Productoras: Marie-Claire Feghali y Nicola Fell
Camarógrafos: Abdelrahman Al Ansi y Sami Mohammad
Editora: Nicola Fell
Sonido: árabe e inglés
Ref. del CICR: AV138N Yemen
Fecha de producción: 26 de noviembre de 2013
Derechos: CICR, acceso irrestricto
0:00 Varios planos generales de Saná, Yemen.
0:44 Tomas exteriores del Centro de migración y gestión de pasaportes, Saná, Yemen; una mujer aferrada a la puerta y el rostro de una niña mirando a través de las rejas.
1:02 Planos generales del patio del Centro.
1:59 Conversación entre Bashir Salissou y Alexander Grif, delegado del CICR.
2:02 SONIDO: Bashir Salissou, migrante nigeriano (en un inglés defectuoso).
Pregunta del delegado del CICR: “¿A usted lo trajeron al centro inmediatamente después de ser arrestado?”
"Sí. Estoy aquí desde hace un año y 3 meses. Las personas que vienen a verme aquí me mienten todo el tiempo. Me dicen esta semana, la semana próxima, en dos semanas, el mes próximo... No lo sé."
2:19 Quizás a partir del jueves, la Embajada saudí me llamará y me enviará mi pasaporte, quizás esta semana, quizás la semana próxima. No lo sé.
2:30 Mi esposa me llama llorando. Quiero que alguien me ayude a volver a casa.
2:35 Quiero volver con mi familia. Tengo cinco hijos pequeños, pero no tengo dinero para pagar la escuela, comprar comida, ni para nada. Ése es mi problema. El gobierno yemenita me dijo: “Usted no tiene pasaporte ni dinero. Si tiene dinero, podemos enviarlo a Nigeria”. Ése es mi problema. No tengo dinero.
2:57 Delegado del CICR.
3:02 Fila en espera de la distribución de jabón.
3:07 SONIDO: Alexander Grif, delegado de Protección del CICR, Saná, Yemen (en inglés).
La mayoría de los migrantes que llegan aquí están desnutridos, deshidratados y en estado de conmoción. Llevan meses viajando desde su país de origen y tratan de llegar a Arabia Saudita u otros países. Si bien por lo general Yemen es un país de tránsito para ellos, a menudo quedan atrapados aquí, en manos de traficantes de personas o arrestados. Afrontan peligros como la privación de libertad, la extorsión y el maltrato, antes de ser transferidos al Centro, donde otra vez se ven sometidos a condiciones inhumanas. Además, están obligados a permanecer aquí durante meses, porque el sistema de deportación, que debería permitirles regresar, a menudo no funciona correctamente”.
3:50 Alex Grif camina.
3:54 Varias tomas de la habitación donde duermen los migrantes detenidos en el Centro.
4:15 SONIDO: testimonio de un migrante anónimo (en árabe).
“Cuando nos lavamos las manos o usamos los sanitarios, el agua llega hasta aquí, cubre el piso y moja nuestros colchones. Cuando llueve, también entra agua”.
4:34 Varias tomas de la habitación donde duermen los migrantes detenidos en el Centro.
4:50 SONIDO: testimonio de un migrante anónimo (en árabe).
“Sí, quiero volver a Etiopía”.
5:06 Hace tres días que estoy aquí y desde entonces no hemos tenido agua potable. Éste es el lugar donde dormimos, nos aseamos y pasamos todo nuestro tiempo. Cuando llueve, llueve aquí dentro también. Cuando está ventoso, adentro también hay viento”.
5:25 Hombres tras las rejas.
5:34 El delegado del CICR ingresa al subsuelo.
5:46 SONIDO: Alexander Grif, delegado del CICR responsable de la Protección, Saná, Yemen (en inglés).
“Ésta es la habitación para los recién llegados. Aquí permanecen de dos semanas a un mes antes de que los autoricen a socializar con las otras personas, ya que la mayoría desea huir. Por ello, se los mantiene en esta habitación antes de autorizarlos a salir transferirlos a otra habitación”.
6:10 Varias tomas del subsuelo.
6:30 El delegado del CICR sale del subsuelo. La puerta se cierra con llave.
6:41 Primer plano de un hombre tras las rejas.
6:51 SONIDO: Coronel Abdallah Ali Mohsen Al Razama, miembro del gobierno de Yemen (en árabe).
“Los pasajes de avión cuestan caro, al igual que los alimentos, el agua, el alojamiento y las mantas. Necesitamos más espacio, así como vehículos para transportar a las personas, pero no tenemos los recursos necesarios. Se trata de una situación humanitaria. Quisiéramos poder hacer más, pues deseamos ayudar a los migrantes y, al mismo tiempo, servir a nuestro país”.
7:55 Varias tomas de migrantes que reciben jabón.
8:17 SONIDO: Alexander Grif, delegado de Protección del CICR, Saná, Yemen (en inglés).
“El CICR trabaja en el centro de retención para migrantes ilegales desde hace más de 6 años, donde presta asistencia a las personas necesitadas. Si bien no se trata de nuestra función habitual, en vista de la gravedad de la situación humanitaria y de los sufrimientos que se observan en el lugar, sentimos que era nuestro deber intentar mejorar la situación. Sin embargo, como puede verse, todavía queda mucho por hacer para ayudar a estas personas”.
8:50 Varias tomas de mujeres y niños en el Centro.
9:10 FIN