Malí: el cambio climático transforma el lago Faguibine en un desierto y obliga a la población a exiliarse
A un mes de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP26), un nuevo testimonio de Malí puso de manifiesto de qué manera los riesgos climáticos amenazan a las comunidades en zonas de conflicto.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advierte que la crisis climática está agravando una situación que ya es grave de por sí, en la que la población tiene dificultades no solo para adaptarse a las reiteradas crisis climáticas, sino para recuperarse de ellas.
Patrick Youssef, director regional del CICR para África, manifestó que las personas más vulnerables del mundo —generalmente, las que atraviesan conflictos armados— son quienes tienen menos capacidad de superar las consecuencias del cambio climático.
“El cambio climático afecta a las personas más pobres y vulnerables del mundo. Por desgracia, los agricultores y otras comunidades son incapaces de hacer frente al cambio climático. Desde la COP26, exhortamos a los dirigentes mundiales a adoptar medidas concretas y un compromiso concreto para acercar la acción climática a quienes sufren en silencio”, dijo Youssef.
La situación en Malí muestra de qué manera luchan las personas necesitadas. El lago Faguibine está ubicado en el norte de Malí, a 80 kilómetros de Tombuctú. En la década de 1970, luego de haber atravesado períodos de sequía cada vez más calamitosos, el lago comenzó a evaporarse.
De a poco, las dunas sustituyeron a las vastas extensiones de agua y de tierras de cultivo bañadas por las inundaciones del río Níger. Hoy, los habitantes de la región deben conformarse con una temporada de lluvias que dura solo tres meses: de julio a septiembre. Durante el resto del año, las temperaturas rondan los 50 °C. *
Las consecuencias fueron catastróficas para los seis municipios situados al costado del lago. La actividad pesquera quedó en el pasado, y se observó un enorme descenso de las actividades agrícolas y ganaderas. La arena sepulta las viviendas de las aldeas de Bilal Bancor, Bintagoungou y Mbouna.
Hay escasez de tierras utilizables, lo que genera disputas periódicas entre agricultores y ganaderos. Mahamadou Ousmane es agricultor: “No pasa un solo día sin que haya conflictos entre ganaderos y agricultores. El espacio es reducido, y todos quieren una parte de lo que queda. Por ende, hay tensión.”
Las personas talan los últimos árboles que siguen en pie, lo que empeora la erosión y la deshidratación del suelo. Pero para algunas personas, no hay alternativa si pretenden sobrevivir. Alhousna Walet Alhassane es leñadora. Como viuda, debe valerse por sí misma. “Sé que está destruyendo el medio ambiente, pero, si no lo hago, ¿cómo compraré alimentos?”.
Desde que el lago se secó, el gas inflamable comenzó a filtrarse del suelo. Cuando se prende fuego, destruye los pocos árboles que quedan, y el suelo queda inapto para la agricultura. Moussa Mouhamadou Touré nos muestra los campos donde solía cultivar alimentos. “Miren cómo cambió de color nuestra tierra. Es roja, negra, granulada. El gas quemó toda la tierra, junto con los árboles.”
La pobreza sobrevino, y los más jóvenes no tienen más remedio que abandonar las aldeas y la región. La seguridad alimentaria y la supervivencia económica de las aldeas corren peligro.
En el pasado, la zona del lago producía madera, ganado, pescado y grano que se exportaban tanto a otras partes de Malí como a los países vecinos de Argelia, Costa de Marfil y Mauritania. Las personas podían comprar artículos textiles, motocicletas, electrodomésticos y repuestos.
El hijo de Moussa Mahamadou Touré emigró a la capital, Bamako: “La aldea solo funciona gracias a nuestros valientes hijos, que se marcharon. Entre el cincuenta y el sesenta por ciento de la población se fue.”
Su hijo cuenta la misma historia: “Vine a Bamako porque antes nuestros padres eran agricultores, pero, durante toda nuestra infancia, hubo una sequía. Quienes vivimos aquí repartimos nuestros ingresos entre nosotros y nuestras familias del norte.”
Los jóvenes que permanecen en la región se enfrentan a otro peligro: el reclutamiento por parte de grupos armados. Hay escasez de trabajo y la escuela de Bintagoungou está cerrada.
El alcalde, Hama Abacrene, nos muestra un edificio escolar lleno de arena. “Esta escuela tiene capacidad para casi 400 alumnos. 400 alumnos. Es una generación entera. Una generación perdida, condenada a huir. O a ser reclutada.”
El CICR puso en funcionamiento un proyecto para estabilizar 10 hectáreas de dunas en Bilal Bancor. La idea consiste en bloquear la ruta principal por la cual la arena avanza hacia la aldea. El proyecto contó con la participación de más de 100 personas de hogares vulnerables, quienes pudieron generar ingresos diarios durante unos 20 días.
Malí es uno de los países más pobres del mundo y lleva muchos años afectado por el conflicto. La situación humanitaria es crítica y las condiciones son duras. Malí está formado mayormente por desierto o semidesierto y, según el Índice de la Iniciativa de Adaptación Global de Notre Dame (ND-Gain), es uno de los 20 países más vulnerables al cambio climático.
*El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático prevé un aumento medio de la temperatura de 3,3 °C para África Occidental de aquí a 2100, con el riesgo de un aumento de 4,7 °C en el norte de Malí durante el mismo periodo.
DESCRIPCIÓN DE LAS IMÁGENES
Lugar: aldeas de Bilal Bancor, Mbouna y Bintagoungou, a orillas del lago Faguibine, y la capital, Bamako (Malí)
Fecha: junio de 2021
Extensión: 14 min con 15 seg
Formato: mpeg4
Camarógrafo: Birom Seck
Editores: Birom Seck y Tristan Audéoud
Productor: Didier Revol
Idiomas: francés, songhay, tamasheq
Derechos de autor: libre de derechos
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Vista aérea de Bilal Bancor, que experimenta toda la fuerza del desierto invasor. Las dunas fueron estabilizadas para frenar su avance. (3 imágenes)
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00:00:26,320 --> 00:00:39,560
Abdul Karim Ag Al Hassane era agricultor. Luego, la arena sepultó sus campos y lo obligó a convertirse en pastor de ganado. Repasa los daños que sufrieron sus tierras.
3
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Mahamadou Ousmane es agricultor: Siempre vivió en Bilal Bancor. Sentado en una duna, contempla con impotencia los montículos de arena que encierran su aldea hace varios años. (3 imágenes)
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Un hombre camina por el desierto. (1 imagen)
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Extracto: Mahamadou Ousmane, agricultor:
“Cuando nuestras tierras tenían agua, cultivábamos arroz y trigo,
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00:01:03,719 --> 00:01:10,640
y abastecíamos de granos a Goundam, Douethirey y Tombuctú.
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00:01:10,640 --> 00:01:20,200
Hoy, la poca agua que llega al estanque apenas alcanza para cultivar lo mínimo para sobrevivir.
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00:01:20,200 --> 00:01:29,760
El lago de Faguibine fue reemplazado por una extensión de tierra agrietada, con unas pocas conchas, vestigios de que alguna vez hubo agua y vida. (2 imágenes)
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00:01:29,760 --> 00:01:37,400
Los habitantes de la aldea construyen barreras naturales para estabilizar las dunas y evitar que estas se muevan. La arena ya está peligrosamente cerca de sus casas. (2 imágenes)
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00:01:37,400 --> 00:01:44,879
Extracto: Abdul Karim Ag Al Hassane. Antiguo agricultor, actual ganadero.
“Toda esta zona estaba cubierta de agua.
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00:01:44,879 --> 00:01:48,599
Luego, el agua se retiró y los árboles comenzaron a crecer en torno al lago.
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00:01:48,599 --> 00:01:50,640
Más adelante, los árboles empezaron a desaparecer
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00:01:50,640 --> 00:01:53,560
y las personas cultivaron donde antes estaban los árboles.
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00:01:53,560 --> 00:01:58,400
Durante la primera rebelión, llegaron los desplazados. Destruyeron el bosque.
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00:01:58,400 --> 00:02:02,920
Cuando el bosque desapareció, se formaron montículos de arena.”
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00:02:02,920 --> 00:02:14,199
Las mujeres recogen leña, la atan en fardos y la venden en el mercado. (3 imágenes)
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00:02:14,199 --> 00:02:37,280
Alhousna Walet Alhassane es leñadora, viuda y madre de tres hijos. Como persona mayor que vive sola, debe cortar árboles para sobrevivir, aunque es consciente de las consecuencias medioambientales. (5 imágenes)
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Alhousna vende en la aldea la madera que recogió. (5 imágenes)
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00:03:02,719 --> 00:03:10,680
Extracto: Alhousna Walet Alhassane, viuda y leñadora. Madre de tres hijos.
“Sé que está destruyendo el medio ambiente, pero, si no lo hago, ¿cómo compraré alimentos?”.
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00:03:10,680 --> 00:03:22,080
Mis hijos son mayores. Hicieron lo que hacen todos los jóvenes:
se fueron de casa y nunca se ponen en contacto.
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00:03:22,080 --> 00:03:30,919
Yo me quedé aquí. Ahora están en distintos países.”
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00:03:33,479 --> 00:03:54,280
Imágenes de una aldea fantasma cercana al lago. Mientras el desierto avanza, las casas se llenan de arena. Más de la mitad de los habitantes se fueron, sobre todo los más jóvenes. (5 imágenes)
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00:03:54,280 --> 00:04:07,800
Cadáveres de animales. (4 imágenes)
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00:04:07,800 --> 00:04:16,040
Hay muy poca agua en el lago Faguibine. Los pastores deben caminar varios kilómetros para que su ganado pueda tomar agua. Cuando la arena sepultó sus campos, Abdul Karim Ag Al Hassane se vio obligado a convertirse en pastor de ganado para sobrevivir.
Vista aérea de un rebaño de ganado.
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00:04:16,040 --> 00:04:49,519
Abdul Karim lleva a sus animales al punto de abastecimiento de agua para que puedan beber. (7 imágenes)
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00:04:49,519 --> 00:05:11,439
Abdul Karim no siempre fue un pastor de ganado. Añora la época en que podía cultivar sus tierras. Tras alimentar a sus animales y encerrarlos, se dirige a casa, exhausto. (5 imágenes)
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00:05:11,439 --> 00:05:20,279
“Prefiero los cultivos a la ganadería.
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00:05:20,279 --> 00:05:24,079
No supone grandes gastos. Se cultiva y se cosecha.
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00:05:24,079 --> 00:05:28,480
Los animales son mucho más extenuantes:
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00:05:28,480 --> 00:05:33,519
hay que moverlos, regarlos,
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00:05:33,519 --> 00:05:38,560
comprar pienso
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00:05:38,560 --> 00:05:41,360
y correr detrás de ellos día y noche.”
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00:05:41,360 --> 00:06:05,199
Mahamadou Ousmane es agricultor, pero la falta de agua y de seguridad hacen que la vida no sea fácil. Se rehúsa a irse de su aldea. Observa a su mujer e hijas cosechar el maíz que intentarán vender en el mercado. (7 imágenes)
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“No pasa un solo día sin que haya conflictos entre ganaderos y agricultores.
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00:06:10,600 --> 00:06:17,360
El espacio es reducido, y todos quieren una parte de lo que queda.
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Por ende, hay tensión.
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00:06:19,560 --> 00:06:29,519
Luego de cosechar nuestros productos, debemos transportarlos, lo cual es peligroso.
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00:06:29,519 --> 00:06:35,160
Hasta las mujeres que ven detrás de mí corren peligro.
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00:06:35,160 --> 00:06:40,000
Pueden robarles el maíz por el camino.”
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00:06:40,000 --> 00:06:48,680
La aldea de Mbouna es una comunidad de 5000 personas, que son, en su totalidad, agricultores sin tierra. La mitad de ellas se marcharon para poder mantener a los aldeanos más viejos que se quedaron en casa.
El lago Faguibine no es más que un lejano recuerdo. Desde que el lago se secó, el gas inflamable comenzó a filtrarse del suelo. Cuando se prende fuego, destruye los pocos árboles que quedan. Vista aérea de la tierra quemada donde estaba el lago.
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00:06:48,680 --> 00:06:54,279
Imágenes de plantas secas y de madera muerta. (2 imágenes)
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00:06:54,279 --> 00:06:58,680
Moussa Mouhamadou Touré siempre vivió en Mbouna. Recuerda cuando su zona era una de las principales proveedoras de grano de la región de Tombuctú. Ahora, las aguas del lago se retiraron. El gas de combustión se escapa del suelo, lo que imposibilita el cultivo de la tierra.
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00:06:58,680 --> 00:07:03,920
Extracto: Moussa Mouhamadou Touré
“Miren, miren, miren.”
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00:07:03,920 --> 00:07:08,160
Moussa sostiene tierra quemada en sus manos.
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00:07:08,160 --> 00:07:17,759
“Miren cómo cambió de color nuestra tierra. Es roja, negra, granulada. ¿Lo ven?
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00:07:17,759 --> 00:07:27,360
El gas quemó toda la tierra, junto con los árboles. La tierra cambió de color. Debemos afrontar todos estos problemas.
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00:07:27,360 --> 00:07:42,600
La tierra quemada por el gas desprende humo. Moussa rasca la superficie y descubre brasas incandescentes. (4 imágenes)
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00:07:42,600 --> 00:07:46,399
Se observa un tronco de árbol carbonizado. (1 imagen)
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00:07:46,399 --> 00:07:51,160
“Aquí había un gran bosque. Anteriormente, había un lago donde solíamos cultivar.
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00:07:51,160 --> 00:07:56,759
El bosque creció luego de las sequías. Después del bosque, vino el gas.
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00:07:56,759 --> 00:08:01,199
El gas destruyó todos los árboles que teníamos.”
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00:08:01,199 --> 00:08:09,079
Moussa se va a casa. (2 imágenes)
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00:08:09,079 --> 00:08:09,560
Mahamadou es el hijo de Moussa. Como casi todos los jóvenes de su aldea, vive en Bamako, la capital maliense, en un exilio autoimpuesto desde donde mantiene a su familia.
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00:08:09,560 --> 00:08:24,720
Extracto: Mahamadou Moussa
“Hola. ¿Cómo estás? ¿Todo bien por allí? Acabo de enviarte 30 000 francos CFA por Moi Cash, así que puedes ir a retirarlos.”
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00:08:24,720 --> 00:08:33,759
Extracto: Moussa Mahamadou Touré
“¡Que Dios te bendiga! Muchas gracias.”
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00:08:33,759 --> 00:08:58,000
Moussa se dirige al comercio de la aldea para retirar el dinero que le envió su hijo. (5 imágenes)
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00:08:58,000 --> 00:09:08,039
La casa de Moussa. En el patio, los niños juegan mientras las mujeres conversan. (3 imágenes)
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00:09:08,039 --> 00:09:13,480
Extracto: Moussa Mahamadou Touré
“La aldea solo funciona gracias a nuestros valientes hijos, que se marcharon.
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00:09:13,480 --> 00:09:17,279
Entre el cincuenta y el sesenta por ciento de la población se fue.”
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00:09:17,279 --> 00:09:23,200
Bamako, en la zona donde vive Mahamadou, el hijo de Moussa. (2 imágenes)
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00:09:23,200 --> 00:09:29,759
Mahamadou, el hijo de Moussa, vive en Bamako hace tres años. Decidió arriesgarse en la capital, donde hace trabajos ocasionales, lo cual le permite ganar lo suficiente para mantener a su mujer, a su bebé recién nacido y a sus padres en Mbouna. Como sabe lo difícil que es para los niños asistir a la escuela en su aldea, los tiene con él para que puedan recibir una educación.
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00:09:29,759 --> 00:09:55,440
Los niños aprenden a leer y a escribir en un aula improvisada en su casa. (6 imágenes)
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00:09:55,440 --> 00:10:02,240
Extracto: Mahamadou Moussa
“Vine a Bamako porque antes nuestros padres eran agricultores,
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00:10:02,240 --> 00:10:06,960
pero, durante toda nuestra infancia, hubo una sequía.
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00:10:06,960 --> 00:10:16,679
Cuando tuvimos la edad suficiente, debimos trasladarnos aquí para ganar dinero y enviar algo a nuestras familias, para que pudieran comer.
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00:10:16,679 --> 00:10:21,600
Los jóvenes de mi generación viven aquí con sus esposas.
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Quienes vivimos aquí repartimos nuestros ingresos entre nosotros y nuestras familias del norte.
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00:10:29,600 --> 00:10:38,000
Solemos recibir alumnos del norte, lo que incrementa nuestros gastos.”
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00:10:38,000 --> 00:11:09,600
Mahamadou va a visitar a su mujer, que acaba de parir a su primogénito. (6 imágenes
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00:11:09,600 --> 00:11:33,120
Bintagoungou es una pequeña aldea cerca del lago Faguibine. También fue invadida por las arenas. Es una de las pocas aldeas que rodean el lago que cuenta con escuela. Sin embargo, la erosión del suelo, los fuertes vientos y la arena, que sepultó sus aulas, la volvieron inaccesible para sus 400 alumnos, que ahora deben valerse por sí mismos. (4 imágenes)
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00:11:33,120 --> 00:11:44,440
Extracto: Hama Abacrene, alcalde de Bintagoungou
“¿Lo ven? Esta duna no estaba allí antes. Ingresó en la escuela por la derecha. El terreno era plano entre esos dos bloques
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00:11:44,440 --> 00:11:59,840
Esta escuela tiene capacidad para casi 400 alumnos 400 alumnos. Es una generación entera. Una generación perdida, condenada a huir. O a ser reclutada.
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00:11:59,840 --> 00:12:09,720
Una fuerza más fuerte que nosotros destruyó la escuela: el avance del desierto, la erosión y la arena.
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00:12:09,720 --> 00:12:22,720
Desde 2012, nuestros municipios solo lograron sobrevivir gracias al apoyo de nuestros socios. Son socios humanitarios y de desarrollo, que no suelen abundar por aquí.
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00:12:22,720 --> 00:12:36,519
La mayor inversión necesaria no apunta a distribuir ayuda a las personas. Lo que se necesita es identificar la causa del problema y resolverla
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00:12:36,519 --> 00:12:42,879
Eso supone estabilizar las dunas para detener la erosión de inmediat
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00:12:42,879 --> 00:12:51,200
y volver a llenar el lago de agua para que las personas puedan ganarse la vida.
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00:12:51,200 --> 00:12:58,559
Si miran las zonas del lago Faguibine que todavía tienen agua, verán un ganado maravilloso.
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00:12:58,559 --> 00:13:21,399
Hama Abacrene observa con impotencia un aula que fue arrasada por los fuertes vientos. Todo lo queda es un pupitre, un viejo armario y un pizarrón cubierto de telas de araña.
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00:13:21,399 --> 00:13:29,559
Siluetas de ganado que regresan a la aldea de noche.
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00:13:29,559 --> 00:13:39,320
Timelapse del atardecer sobre el lago Faguibine.
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00:13:39,320 -> 00:14:15
Extracto de Patrick Youssef, director de operaciones del CICR para África (inglés – 36”)
“El cambio climático afecta a las personas más pobres y vulnerables del mundo Lo vemos específicamente con las personas afectadas a causa de guerras, violencia y muchas otras situaciones que inciden en su vida cotidiana. Por desgracia, los agricultores y otras comunidades son incapaces de hacer frente al cambio climático. Desde la COP26, exhortamos a los dirigentes mundiales a adoptar medidas concretas y un compromiso concreto para acercar la acción climática a quienes sufren en silencio, allí donde, desafortunadamente, y hasta la actualidad, la acción ha sido, cuanto menos, decepcionante.”
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00:14:15
FIN
Más información:
Halimatou Amadou
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Patrick Mégevand
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